1 de septiembre de 2007
Ingeniosamente acorde al estado pajerizado general del equipo, los gordos ubos que organizan el torneo tuvieron un gesto de extrema solidaridad con Panch8 (ya altamente reconocido en los parajes de Ciudad Universitaria como “la Grassa Signora”)y le dieron cita un sabado 13.30 (horario más que cómodo para aquellos que querían clavarse antes los ravioles o una simple puñeta mañanera) en la segunda cancha más chica del mundo (para que no tengamos que correr). Como si esto no alcanzara, jugábamos contra el que aspira a ser el equipo más enclenque de esta 2da fase: La Forcheta, indigno rival contra el que los históricos panchochistas clavaron un 1-1 en el primer año, aquel olvidable que tenía como cuasi-titulares a Cacá (sin acento en la a) y a un incluso más maderero Gus.
Planteada así la cosa cosa, con algunas bajas por lesión y otras por...bueno, por bajas.. el equipo salió: Leo; Ale K, Musgo, Gini, Santi A; Chiro, César, Juan; Marian; Santi H. Y Sepu. En el banco aguardaban su oportunidad cual perros hambrientos el chileno (nunca mejor dicho lo de perro hambriento) un cuasi-recuperado PH y un pubálgico Gus, recayendo en Seba el oficio de gordo coach y en Tito el de porrista panchochita.
El partido arranca con mucho manejo de pelota de Panch8. Toque y toque, parecía que los fantasmas de la maraquería que se ciernen sobre este equipo se alejaban. Pero como nos gusta mucho sorprender, la pajereada hizo presencia en un pedo. Córner de los denominados chotos, rechaza la firme (bue..) línea defensiva de los panchos y al grito de “salimos!!” la jauría panchochista corre desaforada saliendo del área. Pero un error fatal, de aquél que venía siendo un bastión de la barricada del team, debilidad del técnico (le gustan las rubias) y aflojador de bombachas (¿?), se mandó LA cagada. No hablamos de otro que de Santi Avalle (sí, te escrachamos por hijo de puta y por bardear por mail al cronista!), que se quedó parado haciendo la del mono en el área, habilitando hasta al vago del planillero, permitiendo que luego del 2do centro más choto de la historia del balompié el 9 de la Forcheta quedara solo contra Leo y definiera sin mirarlo a los ojos por temor a su salud mental. 0-1 y total conmoción en el universo panchochista, sobretodo en nuestro simpático 3 quien, todavía con un somnoliento moco bien largo cayéndole por el rostro atinaba a pedir un orsái que existía solamente fuera de las bases del reglamento. A los gritos de “Despertate!!” y “Vamos que falta mucho!!” el inconciente colectivo se reunía en una sola declaración de guerra general: “La concha de tu madre” y a seguir jugando.
Lejos de despertarse, el equipo cayó en un pozo anti-jogo bonito completo. La pelota se la rifaban todos, las divididas no eran buscadas con el ímpetu que demandaba tamaño encuentro (maricas..), Marianito no encontraba la pelota, César completamente desaparecido en no-acción. Lo único que recibían Sepu y Santi H arriba eran cascotazos poco productivos. Por el andarivel derecho, ni Chiro ni Ale K veian la pelota ni por casualidad, y por el izquierdo la situación no era muy distinta, con Santi en su peor partido y Juan no pudiendo encontrar su posición en el baldío (digo.. en el campo). Asi es, no se salvaba NADIE. Panch8 no podía consolidar su juego frente a un rival de nivel claramente inferior.
En medio de tanta conmoción, nuestro Chiro, luciendo la gloriosa casaca 8 panchochista desplegó todas las características que lo reafirman como uno de los jugadores más imprescindibles del equipo. Hablamos de toda artimaña que no tenga absolutamente NADA que ver con el hecho de hacer rodar una pelota. En un desparpajo de habilidad, nuestro aclamado webmaster engancha hacia el centro del área y al sentir el toque del defensor rival de turno (TODO pelota) se lanza por los aires cual gacela, grita a destiempo con un preocupante delay y aterriza símil un saco de papas. Claramente, sólo un tipo de los llamados “distintos”, gran exponente de la escuela de Armando Bo podía conseguir semejante tiro libre de alto riesgo y al mismo tiempo hacer reír estrepitosamente a las masas que aguardaban por fuera de la línea de cal. Nadie podía imaginar que semejante acto de arlequinismo era lo que el equipo necesitaba para salir de su sopor y poner contra las cuerdas a la Forchota. Este grupo de trogloditas necesita de infladores anímicos difíciles de implementar...
Quedando poco tiempo, el equipo se lanzó a por el empate de la forma que sea, con algunas combinaciones interesantes, y otras....no. Finalmente, tras una gran jugada colectiva por izquierda, con toques de Juan, César y habilitación de éste último para Santi H, el centro encuentra al sr “Moneta” Gini en extraña posición de gol para un zaguero central y cabezazo adentro. 1-1 y vamos mierda, qué más se puede decir.. Con tremenda levantada panchocha, ambos equipos se fueron al descanso y con la sensación de que este partido tenía que ser nuestro.
No aconteció mucho en el entretiempo, se hablaron algunos cambios y saltó al campo el ya mítico Chileno en lugar de un ingravitante Chiro (por lo menos en los aspectos estrictamente referidos a lo futbolístico).
Arranca el 2do, muchos dudando del posible desempeño del Chileno (que ya nadie duda que se fue de curda, por suerte no lo hicieron madrugar) tras un partido para el olvido. El Toro de la Isla de Pascua se las mandó hasta el fondo a todos los incrédulos, entrando muy enchufado, un tanto desordenado pero con la potencia y los resoplidos que tan bien lo han caracterizado. El equipo, ya decidido intentaba plantear el partido en campo rival, pero con las dimensiones del campo tan chicas, los baches, los resortes en los pies y demases, el fútbol brillaba por su ausencia. Las aproximaciones más peligrosas por parte del rival eran mediante tiros libres de CUALQUIER lugar de la cancha, producto de las infantiles, exasperantes y ya injustificables faltas pelotudas de los jugadores de Panch8 una, y otra, y otra...y una vez mas. Cada centro que caía a la olla era una palometa más en el calzón de nuestro letrado arquero y ya preocupaba cómo se podían perder algunas marcas. En uno de esos tantos centros un evidentemente desprevenido oponente se quiso trenzar con el Chileno (flaco.. estás loco?? No querés vivir más!?). Como buen novato, Juano le devolvió el saque de forma tal que lo viera toooooodo el campo y por suerte se ganó solamente una amarilla (Chiro ya adiestró al trasandino para servir la venganza en plato frío..). Hablando de Chiro, todos se preguntaban dónde estaba. Nuestro querido D’Artagnan apareció a los 20 minutos en el banco de suplentes bajo el pretexto de que se había cruzado al otro lado de la cancha “para sacardel partido al gordito que juega por la derecha” (este tipo es un genio). Pero atentos que recibe Moneta Gini en ¾, habilita a Sepu (leyó bien...)que como buen fana de Martín “erro 3 penales el mismo dia” Palermo le apuntó al bulto del arquero, pudiendo por suerte capitalizar el rebote con el cabezazo más bananero imaginable por el lector. 2-1 y los goles chotos valen igual que los buenos y hasta son más anecdóticos.
A esta altura Panch8 no dominaba del todo el partido, pero parecía que la jornada no tenía lugar para más sorpresas. Con la intención de cerrar el partido, el gordo coach asesorado por el banco de suplentes (por algo somos suplentes Seba!) metió al retornado PH a la cancha en lugar de su hermano el viejo, que luego volvería a entrar al caer rendido César en mitad de cancha (maricon!). El cometido no se logró, Panch8 no sufría tantos sustos como al principio pero tampoco podía controlar la pelota. Ya dijimos que con cada centro necesitábamos un Huggie’s, y bueno, se terminó repitiendo la fórmula del miedo de las salchichas: falta boluda de Ale K y el chileno por derecha (si, fueron los dos!) centro al área, y Renzo, a esta altura ya el hombre del partido (¿?) pifia el cabezazo rebotando de esta forma la pelota en el delantero rival, no pudiendo hacer nada Leo para evitar la caída de la valla. 2-2 y si seremos pelotudoooooooooos.
Con lo que quedaba, Panch8 salió en busca del triunfo como se podía. Cercano ya el pitazo final, Pablito (PH) desborda por derecha y llegando al vértice del área chica lanza un rasante centro atrás para la entrada sin marca del as Marianito (ese que casi no nombramos en toda la crónica) que para lágrima general de todos los espectadores le pifió a la pelota pasándole ésta DE CAÑO!!!. Nadie hubiera imaginado que nuestro 10 a esta altura era humano, pero se ve que las corridas con Sepu entre el frío, la mañana y los trabucos alteraron la psiquis del rulito conductor. No quedaba tiempo para más, a putear se ha dicho.
Preocupa más allá de la falta de juego (que falta.. y mucho, esperemos que la vuelta de PH sea un buen remedio) la aparente falta de actitud. Parece que nos hacen un gol y no hubiera ganas o huevos para revertirlo. Hay que estar más despiertos y sobre todo entrar a la cancha pensando que nos venimos rompiendo el orto y jugando desde febrero para ahora, el momento donde el torneo empieza en serio y ya no vamos a jugar contra equipos que bailamos por 8 goles. Los 20 (o 19) que seamos tenemos que ir todos, y al que le toca entrar que entre con todo el huevo sabiendo que afuera hay mucha gente esperando para saltar a la cancha y dejar todo, o dejar todo alentando y apoyando desde donde se pueda. Vamos Panch8 carajooooooo!!!!